viernes, abril 06, 2007

Notas morales sobre libertad, trabajo y multiplicidad

1. libertad. en el ser del ser humano está condicionada. no es nunca plena. su estado de yecto es un estado contextualizado, atravesado por un cierto espacio y un cierto tiempo. los objetos de su mundo le resisten, no responden a su voluntad, y al contrario, lo condicionan a él... provocándole pensar la (propia) libertad.
el hombre es autoconciencia. el hombre es su propia obra "teatral": autor, personajes y auditorio (Borges). el hombre es sí mismo por desdoblamiento de sí, por devenir otro. el hombre es tiempo: deviene, proyecta. pero también es memoria, es pasado. es sí mismo siendo otro. más bien: quiere ser sí mismo siendo otro, pero no se halla ni en un lado ni en el otro.
¿qué lo detiene para perseguir la realidad de sus sueños libremente?
¿la lógica de la congruencia moral asfixia su libertad? ¿cuánta dosis de libertad le basta al hombre para sentirse libre? ¿es su fin ser libre? ¿o no es acaso, mejor dicho, su inicio? la condena de ser libre... la condición de yecto del hombre, la búsqueda de sentido que lo desnuda en la angustia. la angustia de ser libre para ser cualquier cosa, porque no se es nadie. la angustia existencial de no ser nadie puede acaecer sólo en las autoconciencias.
2. trabajo. debe haber un esfuerzo, una inversión energética en el mundo para avanzar en un sentido. la autoconciencia sabe que para perseverar en sí no le basta sólo proyectarse, sino que debe trabajar para lograr sus objetivos. debe actuar conforme su proyecto. mantener la responsabilidad con el otro que es sí mismo para vivir el sentido de su existencia.
el trabajo gasta al individuo. es un gasto de sí para otro sí mismo. un trabajo que se esfuerza en la ganancia de excedentes para la perseverancia en el proyecto de su existencia, el sentido de su vida. bien, este medio que es el trabajo, que bien puede ser también un fin en sí, puede causar tedio. y es que parece suceder que el trabajo, siempre uno, puede fastidiar al ser humano. la monotonía ahoga la primaria sensación de libertad en el hombre. sus posibilidades desvanecen en el éter, pero también desaparece éste último. quedando reducido su espacio: encajonado el individuo en el trabajo elegido. como en un ataúd.
3. multiplicidad. es la primaria libertad de posibilidades, feliz y tormentosa. el problema del sentido de la existencia humana resulta, según vemos, en una dialéctica de emociones o sensaciones. es la vida multiplicidad que quiere conservarse múltiple. y el hombre que desea tomar la dirección en un solo sentido, que piensa le haría feliz su consecución, pero a la vez, en el trayecto, tiene nostalgia de su anterior libertad. el trayecto le aparece como el vacío entre el sí y el otro. pero un vacío ya no de múltiples posibilidades, sino de acaso una sola.
la libertad es un sentimiento "gradual" que nace con la autoconciencia, y que trastorna la efectividad del trabajo del ser humano. cuanto menos libre se sienta, menos perseverará en su labor; curiosamente, cuanto más libre, puede ser razón tanto para la constancia y perseverancia como para su defecto.
inevitable enfrentarse con la libertad durante el trayecto de la vida. la autoconciencia conlleva pensar la libertad. un problema tan voluble como volubles puedan ser las emociones del ser humano en las exigencias de su particular contexto.
* * * * *
[Quizá el mejor ejemplar de la encarnación del espíritu renacentista de "hombre universal" se haya dado en Leonardo De Vinci, uno de los seres humanos más geniales e inconstantes del que se haya tenido noticia.]

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Capitán Beto, buenísimos los planteos, aunque algunas de tus preguntas me desconciertan.

1. Pienso: la conciencia de sí como el trabajo permanente de preguntarse: ¿Qué es ser libre?

2. Mezclás indistintamente la noción física de trabajo (gasto de energía) con el trabajo como lo entiende la modernidad: una noción histórica y plagada de moralidad judeocristiana y capitalista, que nace con Lutero (para quien “solamente si el hombre se humilla a sí mismo y
destruye su voluntad y orgullo individuales podrá descender sobre él la gracia de Dios”), es utilizada por el capitalismo y su "el trabajo dignifica", y aún no termina...
La concepción física nuevamente parece indicar, si para conseguir lo que quiero debo gastar energía... hay que repensar "qué es la libertad". Es decir...

3. ¿Tiene que el hombre necesariamente trabajar para ser libre? En el primer sentido de trabajo, yo apuesto que sí. En el segundo, no lo creo. sino pregúntenle a Antístenes, Diógenes & Cía..

Felices pascuas?!

Sergio

rc dijo...

Sergio, como siempre, un placer dialogar con usted.

1. importante señalamiento: para poder preguntarse la autoconciencia por su propia libertad, es condición necesaria poder decir qué es la libertad. sin embargo, mi planteo final es que la libertad, para la existencia humana, es en todo caso un SENTIMIENTO que se presenta de distintas maneras a lo largo del tiempo (antes que cualquier proceso racional que pretenda afirmarla o negarla). el trabajo, más que excusa para pensar la libertad, es excusa para sentirla de nuevos modos.

2. soy consciente de la posibilidad de distinguir ambas nociones de la palabra "trabajo". mi intención ha sido quedarme con la primera (la física), pues considero que antecede a la segunda noción y subyace a ella. puede ser algo ingenuo mi planteamiento al querer prescindir de contexto capitalista en que se desenvuelve la existencia. tengo mis razones (supuestos en este texto); que podría esbozar en un nuevo post, pero intentaré resumir a continuación:

a) la existencia humana se distingue de la existencia vegetal y animal debido a su autoconciencia.

b) la autoconciencia implica necesidades (y deseos) que rebasan a las de las simples conciencias.

c) (tal vez) la primera exigencia propia y definitiva de la autoconciencia sea la búsqueda de fundamento.

d) esta búsqueda de fundamento provoca que el ser humano proyecte un cierto sentido a su existencia.

e) el trabajo (tal y como lo entiendo) es consecuencia de esta búsqueda, y se pretende, pues, que aquél otorgue un sentido a la existencia.

El trabajo quiero pensarlo no como mera función social, sino, antes que cualquier otra cosa, como un gasto personal, individual. Tal y como creo que aparece en primer lugar: como posibilidad de realización de mi ser en cada caso. [Es decir, ¿algo distinto a las ideas de "humillación" o "dignificación" que resaltas de Lutero y el capitalismo respectivamente, cierto?]

3. el sentimiento de libertad no se relaciona de ninguna otra manera con el trabajo, sino por el grado en que el estado anímico de cada ser humano hace influir una cosa en la otra.

Espero haber podido un poco resolver tus dudas sobre el texto, y por supuesto haber logrado generar más. ¡Felices pascuas desde la cd. de México!

pd: me hubiera encantado leer el contenido del link que elegantemente nos presentaste en esta ocasión, Sergio, desafortunadamente no me dio acceso a ningún texto.

Anónimo dijo...

Beto,

Todo claro (lo que no significa que comparta tu opinión, claro): yo leía entrelíneas una visión negativa del trabajo como "algo que hay que soportar", pero veo que no era tu intención.

Lo que escribiste sobre el trabajo y las nuevas sensibilidades de la libertad fue muy bello.

Clave para el texto me parece el mito de Sísifo, escrito por Albert Camus, ¿lo has leído?

Con respecto al link, conducía al primer resultado que aparece en google si pones el texto "cinismos".

Saludos

Anónimo dijo...

Tema aparte, quería compartir con uds. un texto que acabo de escribir. Lo pasé a un pdf y lo pueden encontrar acá. Me gustaría oirlos en mi mail, ultimorecurso@hotmail.com

Gracias!

rc dijo...

ya leí tu texto, Sergio, solo que no me he dado tiempo para escribirte un comentario.

saludos

Anónimo dijo...

Tiempo al tiempo, beto....